sábado, 23 de julio de 2011

Sed Perfecto ¿Comprendes?

Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.” (Mateo 5:48)
Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.” (Lucas 6:36)
  1. Jesús nos exhorta a ser perfectos, pero ¿qué significa ser perfecto desde la perspectiva de Jesús?
  1. Para poder contestar esta pregunta, tenemos que estudiar a Jesús como un modelo a seguir y también comprender el verdadero significado de sus enseñanzas.
  1. En el Sermón del Monte encontramos las primeras lecciones que nos ofrece Jesús sobre este tema.
  1. Jesús nos exhorta a que seamos “pobres en espíritu”. Esto significa desear buscar a Dios de todo corazón, sin permitir que nuestras posesiones se interpongan en la búsqueda sincera de Dios.

  1. ¿Y que son nuestras posesiones? No son solo nuestros bienes materiales; sino opiniones preconcebidas, prejuicios, hábitos de vida que nos duele abandonar, orgullo espiritual producto de méritos académicos, etc. (ESM p.29)
  1. Por ejemplo: hay muchas personas que se alaban a sí mismas por sus logros materiales o académicos. Ponen en las puertas de sus oficinas todo tipo de diplomas y certificados. Si la motivación es exaltarse a sí mismas, alimentando el orgullo personal, a ellos le decimos “alábate pollo que mañana te guisan.” La persona está permitiendo que sus “posesiones” interfirieran en su relación con Dios. Esto es una violación a la Ley Divina.
  1. Ser pobre en espíritu es poner nuestra esperanza y confianza en Dios. Solo los que son pobres en espíritu entrarán al reino de Dios.
  1. Jesús nos exhorta a que seamos mansos. Esta palabra sugiere generalmente la idea de una persona débil, falta de valor (o cobarde) y que no se respeta a sí misma; y probablemente hipócrita y ruin al mismo tiempo. (ESM p. 39)
  1. Pero en sentido bíblico la palabra “manso” significa mente abierta, fe en Dios, y convencimiento de que la voluntad de Dios para nosotros es siempre lo mayor y lo mejor; que es muy superior a lo que podamos imaginar. Es la persona con disposición a considerar el punto de vista de Dios en cualquier situación.
  1. Esto es una de las cosas que más difícil se nos hace entender; que la voluntad de Dios es lo mayor y lo mejor.
  1. La vida nos trae muchos retos y situaciones; pero cada vez que tratamos de imponer nuestra voluntad a alguna situación en particular sin considerar otras posibilidades no estamos siendo mansos.
  1. Jesús nos exhorta a que seamos misericordiosos. “Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.” (Lucas 6:36)
  1. ¿Qué es ser misericordioso? Es ser compasivo y comprensivo ante las miserias y sufrimientos de otros; no solo en acto, sino en pensamiento y sentimiento. De lo contrario esta actitud de misericordia a los demás sería pura hipocresía, y eventualmente el trato que damos es el que recibiremos.
  1. Si todavía te alegras del sufrimiento de los demás por lo que te hicieron en el pasado no has alcanzado misericordia. La misericordia es más bien una predisposición de todo nuestro ser a ayudar incondicionalmente a los demás especialmente cuando están pasando por un sufrimiento o desgracia, sin estar pensando en lo que nos hicieron o dejaron de hacer.
  1. Por ejemplo: ante cualquier situación de conflicto que se nos presente, debemos ser flexibles, considerar la parte humana, y ser compasivos. Toda regla puede cambiarse para servir mejor a los intereses humanos.
  1. Jesús nos llama a que tengamos un corazón limpio. “Bienaventurados los de limpio corazón...” (Mateo 5:8) Esto significa que debemos ser sinceros, sin malicia en el trato con Dios y los demás.
  1. Los limpios de corazón son aquellos que están completamente libre de todo tipo de ansiedad, resentimiento, egoísmo, lujuria y todo tipo de pensamiento y sentimiento contrario al Cristo. (LPR p. 135)
  1. Esto requiere un trabajo constante dentro de nosotros mismos. Muchas veces nos ponemos ansiosos por lograr alcanzar metas personales. Saber cuando soltar la ansiedad y poner todo en manos de Dios es tener un corazón limpio.
  1. Hay veces que somos víctimas del maltrato, sea en nuestros hogares o en la escuela o en el trabajo. Esto crea en nosotros resentimientos. Debemos estar atentos a esta emoción negativa y soltarla en la seguridad de que Dios está en nosotros obrando siempre para nuestro bien, no importa lo que pase fuera de nosotros. Esto es ser limpios de corazón.
  1. Nos insta Jesús a que seamos pacificadores. Esto significa mantener la cordura y el control, especialmente de la lengua ante cualquier conflicto que enfrentemos.
  1. Un pacificador es aquel que puede decir paz, aquiétate a esos pensamientos, de rivalidad, cólera y venganza que están en nuestro mundo. Es una manera de comportarnos en donde atraemos la harmonía y la paz.
  1. Su llamado es “Ponte de acuerdo pronto con tu adversario” (Mateo 5:25)
  1. Jesús nos exhorta a que seamos “luz del mundo”. Esto significa que seamos portavoces de la Verdad y que actuemos conforme a esa Verdad que predicamos.
  1. Dejar que nuestra luz alumbre es reflejar nuestra propia divinidad en dondequiera que estemos. Es expresar lo mayor y lo mejor en nosotros por el bien de los demás.
  1. Jesús nos exhorta a no resistir “al que es malo.” ¿Qué significa esto?
  1. Que la mejor manera de desquitarnos de alguien que nos ha injuriado es amándolo, bendiciéndolo y perdonándolo. Don Miguel Ruiz, nos dice que no lo tomemos personal.
  1. Para ser perfectos necesitamos orar con el propósito de pedir la dirección y guía de Dios en todos nuestros asuntos de nuestra vida cotidiana.
  1. La oración nos ayuda a unificamos con Dios en unidad de propósito. Establecemos un lazo común para desenvolver el plan de Dios en nuestras vidas.
  1. Jesús nos dice: ocúpate de que tu ojo sea bueno. “La lámpara del cuerpo es el ojo, así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz.” (Mateo 6:22)
  1. ¿Qué significa esto? El ojo bueno está abierto y receptivo solo a la luz guiadora del Espíritu. Ve solo el bien en todas partes. Esta visión perfecta sana la mente, el cuerpo y los asuntos. (LPR p. 161)
  1. Esto es visión concéntrica; no importa lo que veas, lo veas como lo ve Dios, o sea desde el mismo centro en ti, desde el Cristo que está en ti.
  1. Jesús nos exhorta a no emitir juicio sobre los demás. “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.” (Juan 7:24)
  1. Más allá de la percepción (de la apariencia) está la comprensión espiritual. Es un llamado a abstenerse de hacer críticas indebidas y a no dejar llevarnos por las apariencias sino a actuar con comprensión espiritual.
  1. Jesús nos exhorta a perdonar a nuestros deudores. Pues para ser perfectos tenemos que ser libres, y la falta de perdón nos mantiene en cautiverio. Siempre tenemos que estar dispuestos a perdonar, aunque tengamos que echar el orgullo a un lado. Lo importante es mantener nuestra integridad espiritual.
  1. Y finalmente Jesús nos insta a dejar el afán y la ansiedad y a tener confianza en Dios. Dios no tiene límites y tiene infinitos canales por medio de los cuales puede hacer llegar su abundante provisión.
  1. Por ejemplo: tener confianza en Dios es comprender que la fuente de nuestra provisión no es un trabajo o una sociedad con alguien, o un negocio en particular.
  1. Es saber que cuando tenemos plena confianza en Dios nuevas y mayores puertas de prosperidad y provisión se abren en nuestras vidas para bendecirnos. El saber esto, debe eliminar el afán y la ansiedad.
  1. Confiar en Dios es tener la seguridad de que aunque no tengamos un trabajo por el momento, o una fuente material de provisión Dios está a cargo de nuestra provisión y Él proveerá de maneras misteriosas.
  2. Ser perfecto es tener todas las cualidades necesarias para cumplir con la norma divina. Y esto es un estado de conciencia donde deseamos buscar a Dios de todo corazón, con una mente abierta con fe en Dios, tratando con una actitud compasiva y comprensiva las miserias y sufrimientos de otros, siendo sinceros y sin malicia con el trato de los demás, promoviendo la paz dondequiera que estemos, amando bendiciendo y perdonando a los que nos han injuriado; sin emitir juicios sobre los demás y depositando toda nuestra confianza en Dios.
  1. A esto se refería Jesús en Su llamado a ser perfecto como vuestro Padre es perfecto. Jesús no solo nos enseñó cómo ser perfectos sino que lo demostró convirtiéndose en un ejemplo perfecto para seguir en nuestro camino de perfección.
  1. Dios te bendice si sabiendo estas cosas las haces. ¡Amén!

    Suscríbete a nuestro blog para recibir un corto mensaje inspirador cada día:  http://centrodecristianismopractico.blogspot.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario