Por Rev. Roberto Sánchez
“Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.” (Santiago 3:17)
El título del mensaje de hoy es “Por sus bellos frutos los conoceréis”. La palabra ‘bello’ significa que agrada a los sentidos; que es bueno o excelente. Decimos: ¡es una bella persona!; queriendo decir que es una buena y excelente persona. En este sentido las palabras ‘bello’ y ‘bueno’ son sinónimos. Todo lo bello es excelente y si es excelente tiene que ser bueno. Dios tiene un propósito divino que tiene que desenvolver por medio de Su propia creación. Y el ser humano siendo la máxima creación de Dios, desempeña un papel de suma importancia dentro del divino plan de Dios.
El ser humano está llamado a dar fruto en dondequiera que esté y a producir resultados de provecho para sí mismo y para los demás. Para ti y para mí nuestra vida parece ser muy humana, llena de tareas cotidianas que debemos realizar diariamente. Pero esto se da cuando vivimos en la circunferencia de nuestra existencia terrenal. Es cierto que tenemos ciertas obligaciones que debemos de cumplir responsablemente con nuestras familias, nuestros amigos, y compañeros de trabajo y miembros de nuestra comunidad espiritual. Todo esto es bueno en la medida que nuestros esfuerzos son de provecho para otros. Pero hay mucho egoísmo, mucha codicia, mentira y engaño cuyo fin es aprovecharnos de los demás para nuestro propio beneficio sin tomar en consideración el bienestar de las otras personas.