Armonía
Expreso el amor divino y fomento la armonía con todas las personas.
Vivir en armonía con el mundo requiere el reconocer el valor y la dignidad inherente en cada persona. Aunque existan divisiones en el mundo externo, la armonía y el amor son nuestra naturaleza verdadera. En la Verdad, todos somos uno.
Para buscar maneras de balancear mis necesidades con las de los demás, me dirijo a mi interior, al amor de Dios. El amor divino ajusta, armoniza, unifica y satisface. Al convertirme en una expresión del amor de Dios, mis interacciones con los demás son significativas y benditas.
Al expresar amor en todo lo que pienso, digo y hago, me convierto en armonía en acción. El amor de Dios fluye en mí y por medio de mí estableciendo paz.
Sobre todo, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.—Colosenses 3:14
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