Renovado
Soy renovado en mente, cuerpo y espíritu.
Cuando pienso en mi salud evalúo si hago todo lo que puedo para ser saludable. Si siento que puedo hacer más, aprovecho esta oportunidad para hacer cambios y adoptar hábitos beneficiosos.
Quizás pase más tiempo en oración y meditación, visualizando que mi cuerpo es un templo lleno de vida divina y renovadora. Puede que comience un régimen de ejercicios que me ayude a fortalecer más a mi cuerpo.
Tal vez decida aprender nuevas maneras de preparar la comida que promuevan mi bienestar. Además de las muchas prácticas saludables disponibles para mí, sigo mi guía interna y encuentro el balance perfecto. Me renuevo en mente, cuerpo y espíritu.
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual habéis recibido de Dios?—1 Corintios 6:19
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