miércoles, 31 de agosto de 2011

Palabra Diaria 31 agosto 2011

Prosperidad

Prospero al ser un canal del bien de Dios.

El agua se estanca cuando no hay una entrada y una salida para el agua fresca. De la misma manera, cuando no circulo el bien en mi vida, puede parecer que la provisión es escasa. Mientras más doy, más recibo. Mientras mayor sea mi agradecimiento, más soy motivado a compartir.

Cuando doy amor a los demás, éste regresa a mí multiplicado. Puede provenir de diferentes personas, sin embargo, regresará para bendecirme, sin falta. Cuando doy de mi bien, circulo activamente la provisión divina.

La prosperidad fluye a mí continuamente a medida que hago espacio conscientemente para ella en mi vida. Participo en el ciclo infinito de bendiciones y beneficios, de dar y recibir con gozo.

No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el Reino.—Lucas 12:33

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