El amor nos une, creando armonía perfecta.
A veces puede que me sienta muy diferente hasta con los miembros de mi familia. Mas en vez de verlo como un problema, determino celebrarlo. Las pinturas se tornan más interesantes gracias a colores complementarios. Sin notas diferentes, no habría armonía en la música. Las parejas no podrían bailar sin dar pasos opuestos.
Me celebro y me amo por la expresión única de Dios que soy. Celebro y amo a los demás por las expresiones únicas de Dios que son. Todos somos dignos, todos somos sagrados. Como los colores en el arco iris, cada uno es diferente. El amor es el gran poder armonizador que nos unifica y fomenta nuestra conexión. Estoy feliz de ser quien soy, compartiendo con todos en armonía.
Vivan en armonía unos con otros.—Romanos 12:16 (Versión Popular)
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