“Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre
que había formado. E hizo Jehová Dios nacer de la tierra todo árbol delicioso a
la vista y bueno para comer; también el árbol de la vida en medio del huerto,...”
(Génesis 2:8-10)
1. Una buena afirmación para usar en este nuevo año es: Yo soy un centro de vida abundante.
2. El propósito de declarar una afirmación es para
establecerla en nuestra conciencia. Y cuando declaramos algo debemos visualizamos
hecho.
3. De modo que cuando afirmamos que somos ‘un centro de vida’ tenemos que
visualizarnos como eso mismo. Y ese impulso de vida comienza a vibrar en todo
nuestro ser desde el centro espiritual que tú y yo tenemos.
4. Ahora bien, para avivar ese centro de vida abundante,
que se asienta en el Cristo que mora en cada uno de nosotros tenemos que
decretar afirmaciones de vida.
5. Desde el inicio de la Creación se menciona que Jehová
Dios plantó un huerto en Edén…y puso allí al hombre que había formado. “E hizo
Jehová Dios nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista y bueno para
comer; también el árbol de la vida en medio del huerto, y el árbol del
conocimiento del bien y del mal.”(Génesis 2:8-10)
6. El árbol de la vida es la “Vida eterna y omnipresente
de Dios que está en el hombre. El árbol de la vida “en el medio del huerto” es la idea innata de
vida inmortal, y el fruto de ese árbol es la conciencia de vida eterna en el
cuerpo.” (LPR p. 15-16)
7. ¿Qué queremos decir con esto? Lo que queremos decir es
que si Dios está en cada uno de nosotros y Dios es eterno, entonces el
potencial de vida eterna está dentro de cada uno de nosotros.
8. Cuando comenzamos conscientemente a avivar por medio
de la palabra ese potencial de vida eterna en nosotros o sea el “árbol de la
vida” entonces nuestra conciencia sobre la vida eterna va transformándose; ya
no vemos la vida eterna como una imposibilidad sino como una oportunidad.
9. Y este es el fruto de ese árbol de la vida, o sea el
nacimiento de esa nueva conciencia de vida eterna que surge en nosotros.
10. El relato de la Creación no es otra cosa que una
narración donde el autor explica cómo Dios creó la vida. Y Dios crea la vida
por medio del poder creativo de Su Palabra.
11. Y tú y yo, por medio del Cristo que mora en cada uno
de nosotros, tenemos el mismo poder creador para avivar la vida en nuestro
cuerpo. Y esto lo hacemos usando afirmaciones llenas de vida y poder para que
impacten positivamente los centros vida de nuestros cuerpos que están dormidos.
12. Entonces debemos comenzar a estimular y avivar esos
centros de vida para expresar la vida abundante que somos tú y yo. Visualízate
como un centro de vida abundante. Afirma: Yo
soy un centro de vida abundante.
13. Una de las mayores necesidades del ser humano es tener
buena salud; sentirse físicamente y mentalmente bien.
14. El ministerio de oración de Unity, Silent Unity, nos
relata que la mayoría de las personas que acuden o llaman pidiendo oración lo
hacen por salud.
15. Buscan y piden por salud mental, salud corporal, por
relaciones sanas con los demás. Deseamos que todos estos aspectos de la salud
estén en buen estado y funcionando perfectamente.
16. El huerto de
Edén representa un campo de pura potencialidad que se le ha provisto al ser
humano ‘para que evolucione tanto en mente como en cuerpo’.
17. “El cuerpo-templo del hombre es la expresión externa
del huerto de Edén. Dios se lo dio al hombre para que “lo labrara y lo
cuidara””(LPR p.77)
18. A medida que nuestra mente va evolucionando
espiritualmente nuestro cuerpo se va espiritualizando porque nuestro cuerpo es
producto de nuestros pensamientos y decretos.
19. Y escrito está: “Asimismo lo que tú determines se
realizará” (Job 22:28) La palabra decretar significa decidir o determinar
porque se tiene autoridad para ello.
20. Por eso tenemos que labrar y cuidar nuestro
cuerpo-templo. Lo labramos y le damos
forma a través de nuestras afirmaciones de vida. Nunca te refieras a tu cuerpo
de una manera despectiva, negativa o inferior.
21. Así como te decimos que no hables mal de nadie,
también te exhortamos que no hables mal de tu cuerpo. Cuando hablas mal de tu
cuerpo estás hablando mal de ti.
22. Cuidamos
nuestro cuerpo dándole los alimentos correctos,
ejercitándolo adecuadamente y ocupándonos de nuestra higiene personal.
Pero también dándole descanso físico y mental.
23. Pero bien; también escrito está que “… porque de la abundancia del corazón habla
la boca”. (Lucas 6:45)
24. Nuestras palabras crean nuestro mundo. Cada cual vive
en el mundo que ha forjado para sí mismo.
25. En una ocasión estuve observando un debato político
entre los tres candidatos a gobernador de Puerto Rico previo a una elecciones.
Se les permitió a cada candidato saludar al público televidente y dar un corto
mensaje antes de comenzar la sesión de preguntas y respuestas.
26. Comenzaron los candidatos a saludar al público y a
darles un corto mensaje. Cuando consumieron su turno los primeros dos le tocó el turno al tercer y último candidato
del Partido Independentista Puertorriqueño.
27. Comenzó su turno haciéndole una advertencia a todo el
público y parafraseando sus palabras dijo: ‘a lo largo de este debate ustedes
van a notar que los otros dos candidatos viven y hablan de un mundo muy
distinto al que yo vivo y hablo. Ellos hablan de unas realidades muy distintas
a las mías.’
28. Y así fue todo el debate, las perspectivas y los
puntos de vistas de los primeros dos candidatos eran diametralmente opuestos. Y
se cumplió su profecía al punto en que parecía que los otros dos candidatos
estaban en contra de éste.
29. Por eso nuestras palabras crean nuestro mundo. Si
deseamos una vida abundante tenemos que comenzar a visualizar una sustancia que
es invisible pero que es nuestra fuente de provisión.
30. Tal vez este sea el paso más difícil ya que hemos
estado sujeto a la conciencia de escasez.
31. Pero una vez podemos visualizar esta sustancia debemos
saber que esta sustancia tiene una capacidad infinita de expansión cuando se
sostiene en la mente y se afirma y se alaba.
32. Existe una abundancia espiritual esperando
manifestarse en nuestro mundo, pero tiene que ser decretada y establecida en
nuestra conciencia conforme a nuestra fe.
33. En palabras más sencillas, cuando pedimos algo tenemos
que tener la seguridad de que eso o algo mejor llegará a nuestras vidas.
34. Hay dos pasos básicos para demostrar abundancia y
ustedes lo saben: Primero, debemos reconocer que la abundancia es una idea que
es verdadera y tiene el poder de expandirse.(LPR p.2)
35. Aunque la escasez sea una realidad en el mundo, la
verdad es que vivimos en un Universo de pródiga abundancia.
36. Esto es una gran verdad, y Dios está dispuesto a
proveer todo lo que necesitas para vivir una vida abundante y expansiva. Pero
cada cual tiene que hacer la parte que le corresponde.
37. Solo te pide una cosa, que tengas fe y que comiences a
dar los primeros pasos.
38. Segundo, tenemos que hablar en términos de abundancia,
escogiendo palabras que representen abundancia. De esta manera construimos o
formamos en nuestra mente [y en nuestro mundo] aquello que atrae hacia nosotros
abundancia de todo lo bueno. (LPR p.2)
39. De modo que si quieres tener una vida abundante te
exhorta a que:
a.
Comienza a avivar el árbol de la vida, o sea el potencial de vida eterna
que mora en ti por medio de la palabra; afirma yo soy un centro de vida abundante
b. Permite que ese árbol de la vida de su fruto en ti, o
sea permite que tu conciencia se transforme con esta nueva concepción de la
vida espiritual dentro de ti
c. A medida que tu conciencia se va transformando labra y
cuida de tu cuerpo-templo. Nunca te refieras a tu cuerpo como algo inferior.
d. Recuerda: tus palabras crean tu mundo porque de la abundancia del corazón habla la
boca”. (Lucas 6:45)
40. ¡Dios les bendice!
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