jueves, 29 de marzo de 2012

El Secreto de la Salud


Por el Rev. Roberto Sánchez
www.centrodecristianismopractico.com

Diez leprosos son limpiados (Lucas 17:11-19)
    1.      Hoy hablaremos del Secreto de la Salud y de la importancia que tiene conservar nuestro cuerpo en las mejores condiciones que podamos lograr.

     2.      Este relato nos recuerda las muchas sanaciones que Jesús realizó durante su activo ministerio. Entre ellos sanó a leprosos, paralíticos, la mujer con el flujo de sangre, ciegos, sordos y tartamudos, y uno que estaba enfermo de hidropesía.

3.      Hoy día el cuerpo y el alma nos siguen atormentando con condiciones erróneas, condiciones que nos causan dolor, no solo físico sino también en el alma.

4.      Decimos: “me dolió mucho lo que me hiciste en aquella ocasión” o “tengo un dolor insoportable en la espalda”.  Porque somos seres tríplices tenemos que darle importancia a las cosas del cuerpo de la mente y del espíritu.

5.      Y la Palabra de Verdad es clave para mantener un buen estado de salud. Recuerda que Jesús sanó por medio de la Palabra. Decía palabras como “– Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado;” (Mateo 9:22) o “¿Creéis que puedo hacer esto? … –conforme a vuestra fe sea hecho.” (Mateo 9:28,29)



6.      En la cita bíblica que acabamos de leer le dice al leproso que volvió a Él “–Levántate, vete; tu fe te ha salvado.” (Lucas 17:19)

7.      Y la fe es un factor importante en cualquier proceso de sanación. Y Jesús mismo dijo más de una vez “hombres de poca fe”. Y conociendo esta gran verdad los mismos discípulos le pidieron a Jesús “auméntanos la fe” (Lucas 17:5).

8.      Ahora bien, normalmente el que está enfermo reconoce y sabe que tiene una condición anormal en su cuerpo. Pero tenemos que tener cuidado donde ponemos el enfoque de nuestra mente, y de nuestra conversación con los demás.

9.       Dios es Mente y la mente es creadora, y la divina actividad creadora trae como consecuencia la vida. Todo aquello en lo cual tu mente se enfoca toma vida y tus palabras le dan impulso a eso que tu mente a creado.

10.  De manera que te invito a crear tu propia concepción de lo que para ti es ser sano y perfecto. Y una vez tengas esa concepción debes mantenerla fija en tu mente y actuar conforme a ella. Usa tu creatividad, puedes hacer un dibujo o una descripción de tu concepción.

11.  Debes hacer todo lo que puedas en pensamiento palabra y acción para unificarte a eso que has concebido.

12.  Ahora bien, hoy día padecemos de una condición que se llama estrés. Y la definición de esta palabra en el diccionario es: Estado próximo a la enfermedad que presenta un organismo o una de sus partes por haberles exigido un rendimiento muy superior al normal.

13.  Por consiguiente, para mantener la salud del cuerpo y de la mente debemos descansar. Apartar un tiempo diariamente, para descansar el cuerpo y la mente.

14.  Dios así lo ordenó en el cuarto mandamiento: “Acuérdate del sábado (día de reposo) para santificarlo.”

15.  En el mundo natural, el período de descanso permite que todas las fuerzas de la naturaleza se recuperen para un nuevo brote de actividad. (DMP)

16.  En el cuerpo físico, el cual está tan estrechamente unido al reino natural, el período de descanso le permite a las células reabastecerse y almacenar energía de reserva. (DMP)

17.  En el reino mental, tal período de descanso se convierte en un período de paz y quietud, permitiendo que la mente entre en un período de reflexión en cuanto a las cosas del Espíritu. (DMP)

18.  Esta actividad de reabastecimiento espiritual es absolutamente esencial en todos los ciclos de desarrollo y crecimiento normal del individuo. (DMP)

19.  En toda demostración debe haber períodos de descanso, tiempos de cesación de toda actividad externa, mientras uno se halla en completa confianza en Dios y en la operación de Sus leyes inmutables. (DMP)

20.  Dios es esa energía divina que se encarga de restaurar tanto nuestro cuerpo como nuestra mente. Pero tenemos que confiar en Él y en la operación de sus leyes inmutables.

21.  Por el contrario, cuando no somos capaces de confiar en Dios, entonces somos víctimas del afán, la ansiedad y el nerviosismo.

22.  Y Jesús sabía esto y por eso nos advirtió que por nada nos afanáramos que ante todo buscáramos a Dios en todos nuestros asuntos.

23.  Recientemente conversaba con un joven de apenas 17 años que ya muestra indicios de hipertensión. Me contaba que hacía unos quince días lo habían medicado porque le había subido la presión pero ya le habían suspendido los medicamentos porque todo había vuelto a la normalidad. Pero que el médico le advirtió de que cuando fuera grande iba a ser hipertenso porque esto era hereditario y en su familia había hipertensos.

24.  Esta es y sigue siendo uno de las grandes mentiras de la conciencia racial que nos hemos creído y por consiguiente seguimos manifestando.

25.  Todavía seguimos creyendo la mentira de que las condiciones hereditarias están por encima de la voluntad de Dios para cada uno de nosotros. Simple y llanamente Dios nos creó sanos puros y perfectos. ¿Crees esto?

26.  La genética concentra su investigación en la célula. La célula es el elemento de menor tamaño que puede considerarse vivo. Pero la vida viene de Dios. Y Dios hizo al hombre perfecto.

27.  La ciencia médica nos demuestra que la descendencia está expuesta a factores hereditarios y que éstos traen consigo condiciones anormales

28.  Pero la Verdad es Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza o sea sano y perfecto.

29.  Pero el hombre ha caído en error creyéndose menos que esto, o sea creyendo la mentira y este error ha sido cargado hasta la tercera o cuarta generación. Y Dios conociendo esto situación o condición humana nos hace un llamado a ti y a mí.

30.  Y este llamado es un recordatorio de lo que realmente somos. Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento escuchamos el mismo llamado.

31.  Escuchemos las palabras: “Abram tenía noventa y nueve años de edad cuando se le apareció Jehová y le dijo: –Yo soy el Dios Todopoderoso. Anda delante de mí y sé perfecto,”(Génesis 17:1,2)

32.  Jesús en el Sermón del Monte dice: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.”(Mateo 5:48)

33.  La enfermedad ha venido por causa del pecado, por no dar la talla con la verdad. Hemos creído la mentira y no la verdad.

34.  Pero somos herederos de Dios y por tanto no puede haber imperfección, esta es la verdad, lo demás es error y mentira.

35.  En un mensaje anterior decíamos que teníamos que sanar nuestra mente purificando nuestros pensamientos. He aquí la importancia de seguir y comprender el séptimo mandamiento; “No cometerás adulterio.” (Éxodo 20:14)

36.  No puedes mezclar la Verdad con algo menos que la Verdad. No puedes mezclar la verdad con el error sin sufrir las consecuencias de tal adulterio. Y la consecuencia es enfermedad.

37.  De una cosa sí estoy seguro, y es lamentable; el joven de quien les hablo cree la mentira y no la verdad, y por lo tanto será hipertenso. Será esclavo de la hipertensión hasta que algún día conozca la Verdad y se libere.

38.  Pero una cosa si es segura, que para ser sanos tenemos que desear ser sanos; y para ser sanos tenemos que tener una concepción clara de lo que significa ser sano para cada uno de nosotros y entonces desarrollar nuestra fe al punto de tener la seguridad de que podemos lograrlo. Aquí está El secreto de la salud.

39.  El Secreto de la salud radica en rodearse de sana recreación; busca divertirte, y reírte con frecuencia, la risa es un remedio infalible para cualquier malestar en el cuerpo porque afloja la tensión corporal.

40.  El secreto de la salud está es una mente libre de pecado, libre temores, ansiedades. El secreto de la salud está en el pensamiento puro, armonioso y amoroso.

41.  El Secreto de la salud es aprender a llevar una vida balanceada, balanceando emociones y actividades; proveyendo a la mente y al cuerpo el descanso adecuado para así darle paso a un nuevo brote de actividad.

42.  El secreto de la salud está en llevar una vida de armonía y paz llevando una vida de oración y unidad con Dios.

43.  Pero sobre todo busca expresar una actitud de gratitud a Dios por todas las bendiciones que recibes, y ver el bien de Dios manifestándose en todas partes, porque así tu buen ojo se encargará de llenar tu cuerpo de luz, y un cuerpo de luz es un cuerpo sano puro y perfecto.

44.  Dios les bendice!

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