martes, 20 de marzo de 2012

Palabra Diaria del 19 al 25 marzo 2012

Lunes
19 de marzo del 2012

Serenidad

Soy un instrumento de paz y serenidad.

En el ajetreo diario, la paz y la quietud pueden parecer un sueño lejano. Mas yo determino comenzar cada día con un momento de oración y meditación para acudir al reino de Dios en mí. En mi momento de comunión, creo una idea mental que evoca la paz. Puede ser un lago sereno o el rostro de un ser querido. Quizás recuerde la letra de una canción o mi verso bíblico preferido. Aquello que elijo visualizar se convierte en algo a lo cual puedo regresar para sosegarme en cualquier momento del día.

La clave para volver a este espacio interno y sagrado, este centro de serenidad y amor en lo profundo de mí, es un simple “Gracias, Dios”. Con gratitud, me doy cuenta del amor que me sostiene. Me doy cuenta de que Dios y yo somos uno.

El efecto de la justicia será la paz.—Isaías 32:17
Martes
20 de marzo del 2012

Abundancia
Infinitas bendiciones se manifiestan en mi vida.

El comienzo de la primavera evoca un sentido de abundancia a medida que la nueva vida despierta majestuosamente. Cultivo una conciencia de primavera y abundancia cuando invoco las bendiciones de Dios disponibles para mí.

Al enfocar mi atención en lo divino en mí —la fuente de todo mi bien— la abundancia se vierte en mi conciencia como ideas y oportunidades. Las posibilidades para el orden, la salud, la sabiduría, el amor y el gozo hacen eco en mis ideas creativas y se manifiestan en toda área de mi vida.

Bendiciones infinitas de bien llenan ahora los espacios que una vez estuvieron vacíos. Una conciencia de gozo y prosperidad me apoya y renueva.

Y te abrirá su rico tesoro, que es el cielo, … y hará prosperar todo tu trabajo.—Deuteronomio 28:12
Miércoles
21 de marzo del 2012

Curación


Expreso vida y salud, gracias al poder sanador de Dios.

La salud es mi derecho de nacimiento. Al hacer ajustes internos y externos en mi mente, cuerpo y espíritu, revelo mi salud innata. Soy restaurado a la perfección en todo nivel. Me visualizo desvinculándome de cualquier resentimiento o desilusión que puedan estarse manifestando en mi cuerpo como incomodidad o dolor.

Imagino que la energía de estas emociones se disipa, siendo reemplazada por la luz de la vida divina en mí. Esta luz purificadora fluye por medio de mí sin que ningún diagnóstico pueda disminuirla. Siento agradecimiento por la curación que tiene lugar en mí ahora. Mi cuerpo responde positivamente al poder sanador de Dios en mí a medida que acojo mi perfección innata.

Pero Jesús dijo: “Alguien me ha tocado, porque yo he sentido que ha salido poder de mí.”—Lucas 8:46

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Jueves
22 de marzo del 2012

Dejar ir


Dejo ir, con confianza en el bien que Dios provee.

Si dejo un trabajo por otro mejor o me mudo a una casa más cómoda, dejar ir lo antiguo puede parecer fácil. Pero es más difícil dejar ir cuando no estoy seguro de lo que vendrá. A veces permanecer en una situación no satisfactoria se siente más seguro que entrar a lo desconocido.

Mi espíritu sabe cuando necesito dejar ir, y lo hago con la confianza de que mi bien está siendo revelado. Pongo en manos de Dios toda preocupación, situación o relación personal. Aun cuando mi futuro parezca incierto, la curación y el crecimiento espiritual son seguros. Estoy receptivo y coopero con la guía del Espíritu inclusive antes de que el camino ante mí esté claro. Dejo ir con fe y reclamo mi potencial divino.

No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene una gran recompensa.—Hebreos 10:35
Viernes
23 de marzo del 2012

Gracia

Vivo plenamente en la gracia del Espíritu divino.

Los líderes espirituales del tiempo de Jesús creían que para que Dios nos favoreciera, debíamos obedecer leyes estrictas de comportamiento. Mas lo que Jesús enfatizó fue la disciplina espiritual que acercaba a la gente más a Dios y a Su reino en ellos. Dios en mí es el fluir de todo bien y la esencia de toda vida.

Si siento que estoy separado de mi fuente, sé que éstos sentimientos son erróneos y dispongo alinearme de nuevo con la verdad de mi ser. En oración, me vinculo con el Espíritu divino y reconozco la actividad de la gracia por doquier. Cocreo una vida plena y significativa al dar generosamente y recibir gozosamente. La abundancia, la salud, la comprensión, la fortaleza y la paz son mías.

Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren.—Juan 4:24

Sábado
24 de marzo del 2012

Navegar
El espíritu de Dios en mí traza el camino que he de seguir.

Un navegador de automóvil nos muestra el camino hacia nuevos lugares, nos da instrucciones paso a paso de cómo llegar a un destino específico.

De manera similar, tenemos un navegador interno que puede activarse en cualquier momento para guiarnos en nuestro viaje espiritual. Mi guía interior surge gracias a mi intuición y a una sabiduría interna que me guía a ir adonde necesite estar.

La voz que me habla y dirige es el silbo apacible y delicado en mí, el cual me ayuda a navegar a través de cualquier reto. Presto atención a las instrucciones del Espíritu divino al aquietarme, y las sigo con confianza hacia mi mayor bien.

Entonces tus oídos oirán detrás de ti la palabra que diga: “Este es el camino, andad por él”.—Isaías 30:21
Domingo
25 de marzo del 2012

Fortaleza
Soy fuerte en mente y cuerpo.

La fortaleza de Dios está presente y activa en mi mente y cuerpo. La visión de Dios para mí es una de salud y vitalidad. Armonizo mis pensamientos, sentimientos y creencias con esta verdad y elimino cualquier barrera que haya podido construir por temor. Estoy receptivo al fluir de energía y vida divinas que me fortalecen, me sostienen y me sanan.

La fortaleza divina también me capacita para utilizar mi mente de manera creativa y constructiva. Enfoco mis pensamientos sólo en aquello que deseo experimentar. Afirmo que soy fuerte en mente y cuerpo. Bebo del manantial de la fortaleza divina en mí.

Te guiaré siempre, y en tiempos de sequía satisfaré tu sed; infundiré nuevas fuerzas a tus huesos, y serás como un huerto bien regado, como un manantial cuyas aguas nunca faltarán.—Isaías 58:11

Fuente:  Unity

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