No te canses jamás de hacer el bien. Cada vez que nos detenemos, nuestra alma comienza a experimentar la rigidez cadavérica. El alma inactiva muere de tedio y cansancio. No dejes que tu espíritu se sumerja en la inacción. Vive alegre y entusiasta y emplea todas tus fuerzas para el bien, el amor, distribuyendo cariño a los que te rodean en la vida. |
sábado, 4 de junio de 2011
Haz el Bien
Publicado por
Centro de Cristianismo
en
3:49 p. m.


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